La Interseccionalidad o La Rueda de Privilegios contra la Religión

 

Los críticos de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ,e incluso miembros, que aceptan la teoría de la interseccionalidad -o como lo dice el título "La Rueda de los Privilegios"- la usan como argumento para desprestigiar a la organización. Pero, ¿De qué trata esa teoría? ¿Tienen razón? ¿Qué podemos responder?

Veámoslo punto por punto.

1- ¿QUÉ ES LA RUEDA DE LOS PRIVILEGIOS?

La Rueda de los Privilegios es un sistema usado para comprender los conceptos de opresión, basados en dicotomías sociales, principalmente en categorías de género, raza, edad, lugar de nacimiento, religión, orientación sexual, etc.

Entonces, ¿Qué es la interseccionalidad?, Pues es la teoría que presupone que todas o muchas de esas categorías están conectadas. Se usa no solo para concientizar, sino también para criticar a los sistemas de poder.

2- ¿DÓNDE SE ORIGINA ESTA TEORÍA?

Se acostumbra a atribuir el término a la activista y académica Kimberlé Williams Crenshaw, en 1989 en EEUU, aunque las primeras versiones de esta perspectiva ya circulaban a finales de los años sesenta y los comienzos de los setenta, junto con el movimiento feminista multirracial. El concepto "simultaneidad" surge con el manifiesto del Combahee River Collective, en Boston 1977, junto con el movimiento feminista multirracial y se desarrolla ampliamente en los años 80 y 90 hasta la actualidad.

3- EN TÉRMINOS SIMPLES.

Según la teoría de la interseccionalidad (o la Rueda de los Privilegios) existe una dicotomía social donde hay un privilegiado y un oprimido. En la teoría de poder, el privilegiado ejerce dominio sobre el oprimido, a fin de mantener su posición.

Para los teóricos más revolucionarios, el privilegiado es un opresor (a pesar de que originalmente la teoría no contemplaba ese término) por lo que el oprimido debe levantarse en revolución a fin de generar un nuevo sistema en el que todos tengan las mismas oportunidades y privilegios.

4- ¿CUÁLES SERÍAN LOS PRIVILEGIOS?

Según esta teoría, los privilegios no son naturales, sino constructos sociales.

Los más comunes son los siguientes, según quién es el privilegiado sobre el oprimido:

✓Blanco - Negro

✓Rico- Pobre

✓Hombre- Mujer

✓Heterosexual- Homosexual

✓Universitario- (estudios básicos)

✓Guapo- Feo

✓Delgado- Gordo

O sea, según esta teoría, si eres hombre blanco, heterosexual, rico, con educación universitaria, delgado y guapo pues eres el máximo privilegiado. Y para los teóricos extremistas, no solo eres un privilegiado, eres un opresor.

Aunque sea cierto que poseas privilegios por cuestiones sociales, eso no debería significar que seas un opresor, porque un privilegiado debe también ser generador de oportunidades.

5- PROBLEMAS CON ESTA TEORÍA.

La teoría de la interseccionalidad establece un rígido sistema de opresión que no tienen muchos fundamentos o estudios serios. Inclusive en la realidad, se puede ver opacada porque la sociedad es dinámica y no es igual en todas partes. Tratar de aplicar esta teoría a todos los ámbitos puede resultar en discriminación o delitos. Por ejemplo, desprestigiar a los hombres (hembrismo), desprestigiar a las personas caucásicas, robar con la excusa de ser pobre, etc.

También puede resultar en sesgos cognitivos que solo genera división social en vez de integración y aceptación.

Otro problema es que los movimientos sociales usan esta teoría como base para ejercer juicios a la historia del pasado con la moral del presente. Llevando esto al Presentismo.

6- ¿QUÉ TIENE QUE VER ESTO CON LA IGLESIA?

Pues la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una iglesia conservadora con un sistema jerárquico donde los que dirigen la iglesia son hombres.

Como se darán cuenta, la iglesia es un blanco fácil para atacarla con esta teoría.

Los grandes líderes de la iglesia son hombres heterosexuales blancos.

Quizás leyeron o vieron críticas de que la iglesia conserva la supremacía masculina blanca cuando hablan del sacerdocio y la raza, la supremacía heteronormativa cuando hablan de la familia tradicional, etc.

7- ¿QUÉ PODEMOS RESPONDER?

Lo que podemos responder es que según la teoría ser privilegiado no es malo, sino ser opresor. La iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una de las instituciones que genera trabajos, oportunidades, educación y formación. Por lo que la iglesia no entra en la categoría de ser opresora.

Una de las grandes premisas de la iglesia es que todos somos iguales ante Dios, somos sus hijos e hijas con el mismo privilegio y derecho divino de alcanzar la divinidad.

Un hombre por poseer el sacerdocio no es más que una mujer, ya que sin la mujer no puede alcanzar su destino divino.

Podemos hablar de las grandes líderes mujeres en la iglesia, incluso hablar abiertamente de nuestra Madre Celestial.

Que la iglesia tenga una doctrina donde se exalta la procreación como parte esencial de la familia no significa que se oprima a quienes no entran en ese canon. Todos al final recibirán una recompensa en la Gloria Celestial de acuerdo a sus obras y deseos justos.

8- ¿EXISTE LA OPRESIÓN INDIVIDUAL?

Sí. Una vez ya hablamos que hay miembros y no miembros que tienen ideas racistas, homofóbicas, machistas, hembristas, etc. Pero eso NO REFLEJA la naturaleza divina del Evangelio donde todos somos iguales ante Dios. La iglesia tiene como fin perfeccionar a los santos, a todos los santos, sin importar su sexo, origen, raza, o nivel de educación, etc.

9- CONCLUSIÓN.

Hay tantas teorías en el mundo, pensamientos que suenan justos, pero hay que analizar de dónde proceden. Entender el panorama completo de la sociedad, la cultura, la humanidad y la religión nos ayuda a comprender que Dios trabaja arduamente para el progreso de sus hijos.

Me encantan las sencillas palabras de los profetas vivientes que nos recuerdan estas verdades esenciales:

- Todos somos hijos e hijas de Dios.

- Dios nos ama en todo momento.

- Tenemos un valor infinito y un potencial divino.

- No importan las circunstancias en las que vivamos, podemos progresar con la ayuda del Señor.

A pesar de las teorías del mundo, nunca olvidemos las verdades eternas del Evangelio, las que sabemos gracias a la iglesia de Jesucristo.