El 3 de noviembre es un día especial porque se celebra el Día Internacional del Anime. El anime, y por supuesto, el manga, son dos de las grandes aportaciones de Japón para el mundo.
Muchos de nosotros crecimos con una fuerte influencia de la cultura japonesa sin ser plenamente conscientes de ello. ¿Recuerdas haber visto caricaturas como Dragon Ball, Los caballeros del zodiaco o Sailor Moon? Muchos niños pasaron horas frente al televisor atentos a las aventuras de sus personajes favoritos e inmersos en mundos creados por artistas japoneses cuya creatividad sigue permeando en la cultura popular a nivel global.
¿Por qué el Día Internacional del Anime se celebra el 3 de noviembre?
El 3 de noviembre se conmemora el natalicio de Osamu Tezuka, une de los grandes mangakas, o artistas de manga, de la historia.
Conocido como “el dios del manga” o “el padre del manga” en Japón, Osamu Tezuka nació el 3 de noviembre de 1928 en Toyanaka City, Osaka. Creció en una familia liberal expuesta al manga y a la animación. Estudió medicina, pero eligió ejercer la profesión que más le apasionaba: ser artista de manga y escritor de películas animadas.
De acuerdo con el sitio web sobre el legendario mangaka, los manga y películas animadas de Osamu Tezuka tuvieron un gran impacto en la formación de la psicología de los jóvenes del Japón de la posguerra. Su trabajo cambió el concepto de la caricatura japonesa, transformándola en una irresistible forma de arte e incorporando en ella una amplia variedad de nuevos estilos.
El mundo del manga y del anime le deben a Tezuka los entrañables personajes que aparecieron en trabajos suyos, como Astro Boy, Kimba, el león blanco y Bander Book, que se ganaron el corazón de los japoneses a través de la televisión y catapultaron la popularidad de las películas animadas no sólo en la sociedad nipona sino en un gran número de países asiáticos, europeos y del continente americano.
El mundo del manga y del anime le deben a Tezuka los entrañables personajes que aparecieron en trabajos suyos, como Astro Boy, Kimba, el león blanco y Bander Book, que se ganaron el corazón de los japoneses a través de la televisión y catapultaron la popularidad de las películas animadas no sólo en la sociedad nipona sino en un gran número de países asiáticos, europeos y del continente americano.
El origen del manga y del anime
Aunque hoy en día pareciera que el manga y el anime gozan de gran popularidad y que están ganando aceptación entre los círculos más convencionales, lo cierto es que han tenido que superar obstáculos establecidos por estereotipos que van desde creer que son perjudiciales para los niños o que no se trata de expresiones de arte.
Sin embargo, las mismas características que les hacen repeler a cierto tipo de audiencia son las que atraen a otros que sienten curiosidad por las diferentes formas de contar historias.
Tanto el anime como el manga se desarrollaron a partir de tradiciones históricas de la cultura japonesa, como señala Robin E. Brenner en el libro Understanding Manga and Anime. Ambos géneros tuvieron influencias políticas y gubernamentales en el desarrollo de su formato narrativo.
El manga tuvo sus orígenes en el arte secuencial, el cual es una narrativa creada a partir de imágenes y texto presentados en secuencia a través de una página. Aunque no hay una fecha exacta para definir el origen del manga, se dice que se remonta al arte secuencial de los monjes budistas durante el siglo XII.
Después, habría tenido gran influencia del estilo de ilustración conocido como
ukiyo-e
en los siglos XVI y XVII, el cual se basaba en el uso de impresión en madera para consumo masivo.
Alrededor de 1815, el artista Katsuhika Hokusai acuñó el término “manga” que se refiere a dibujos o bocetos fantasiosos con trazos fluidos. Hokusai es el creador de la famosa, brillante y precisa imagen conocida como La gran ola de Kanagawa.
En 1853, poco tiempo después de la muerte de Hokusai, los estadounidenses llegaron a Gorohama y forzaron al gobierno japonés a abrir sus puertos para comerciar con occidente. El influjo del arte occidental y sus tradiciones inmediatamente influenciaron el arte japonés, específicamente a las generaciones de jóvenes artistas que fueron cautivados por los estilos y formatos que no habían visto antes.
Pronto, los artistas japoneses adoptaron el estilo occidental de las tiras cómicas pero incorporando su propio estilo y tradición creando así una forma de arte híbrida.
Tiempo después, Tezuka incorporó el uso de largos arcos que contribuyeran al desarrollo de personajes que además tuvieran presente el paso del tiempo. Además, imitó el estilo artístico de los animadores occidentes, específicamente los ojos extremadamente grandes de personajes como Betty Boop y Mickey Mouse, como menciona Brenner. Además, combinó estas características con el uso del espacio usado en el ukiyo-e.
De acuerdo con sitio web Japonpedia, en 1917 se crearon en Japón una serie de cortometrajes animados que tenían una clara influencia estética de Disney. Se dice que el primer cortometraje de animación japonesa fue creado por Junichi Kouchi, tenía una duración de dos minutos y se llamaba Namakura Gatana, creado por Junichi Kouchi.
No obstante, aún no tenía el estilo que hoy reconocemos como anime. Fue hasta mediados del siglo XX que surge el anime como una forma de adaptar a la pantalla el estilo narrativo del manga. La palabra anime sería la adaptación japonesa de la palabra “animación”, según menciona Japonpedia.
Para la década de 1970, el anime y el manga ya eran parte de la cultura alternativa occidental, a menudo sin traducir o traducida por los propios fans. Poco después, se comenzaron a ver versiones editadas o dobladas de animes en la televisión estadounidense.
Películas como Akira y Ghost in the Shell fueron grandes referentes del anime en las últimas décadas del siglo XX.
Películas como Akira y Ghost in the Shell fueron grandes referentes del anime en las últimas décadas del siglo XX.
Desde los 1990, el anime ha sido uno de los principales productos de exportación de Japón, en donde existen más de 430 empresas dedicadas a su creación. Algunas de las principales empresas de anime japonesas son:
BONES (Cowboy Bebop, Scrapped Princess, Fullmetal Alchemist)
GAINAX (Neon Genesis Evangelion, Kare Kano, His and Her Circumstances)
GONZO (Samurai 7, Gankutsuou, The Count of Monte Cristo, Chrono Crusade)
Madhouse (Trigun, Ninja Scroll, Tokyo Godfathers
Production I.G. (Ghost in the shell, Bloofd of the last vampire
Studio DEEN (Fruits Basket, GetBackers, Maison Ikkoku)
Studio Ghibli (Spirited Away, Baron: The Cat Returns)
Studio Pierrot (Bleach, Saiyuki, Ceres: Celestial Legend)
SUNRISE (Cowboy Bebop, Planetes, Witch Hunter Robin)
Toei Animation (Dragon Ball, Sailor Moon, Yu-Gi-Oh!)
Animes para espectadores Cristianos
Y como no, el anime siendo tan relevante para la cultura otaku, aquí les dejamos un artículo con 8 animes que todo cristiano puede ver.
Artículo redactado por El Universal, México
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