Hace unos días, en un post donde explicamos nuestra postura sobre las personas LGBT, la indignación no se hizo esperar solo por mostrar la bandera multicolor frente al templo. Creo que es importante separar conceptos para tener una mayor claridad sobre estos temas tan complejos. Para eso pondré unos ejemplos:
Para entender a la comunidad Santo de los Últimos Días no basta con solo leer los artículos de fe, ya que al ser personas con albedrío y no encontrarse en una secta coercitiva, siempre habrán diferencias de opinión. Para entender a la iglesia en su totalidad, es una irresponsabilidad solo fijarse en los habitantes de Utah.
Incluso en la comunidad de Santos de Utah, hay una mezcla de cultura, nacionalidad, ideología política, entendimiento de doctrina, costumbres familiares, etc etc.
Hay Santos que votan por el partido Demócrata de EEUU y hay otros que votan por el partido Republicano. Por lo tanto, decir que porque la mayoría son republicanos, TODOS son republicanos es una falacia.
https://laicismo.org/clinton-corteja-el-voto-de-los.../
Con esto quiero decir que estar a favor de alguna idea social no representa que se acepte o apoye TODO lo que digan los que proponen esa idea.
Otro ejemplo. Yo tengo un conocido gay que está a favor de la unión civil, pero no está a favor de la adopción homoparental,
pero ¿cómo puede estar a favor de una cosa pero no puede aceptar lo otro? Porque simplemente tiene sus propias ideas individuales, por lo tanto no necesita ser parte de un colectivo para sentirse identificado.
*EL PROBLEMA DE LOS MOVIMIENTOS Y EL COLECTIVISMO.
Podemos caer en esto al ser parte de una comunidad religiosa, imaginar que como uno piensa todos deberían pensar igual. A esto se lo conoce como "adoctrinamiento social" o "totalitarismo social". Esto es algo que frecuentemente se dice de nosotros al llamarnos "sectarios".
https://definicion.de/adoctrinamiento/
Pero el ser parte de una comunidad religiosa no significa que deje de pensar por sí mismo. Si bien tener una sola doctrina o una sola fe podría llevar a pensar que no podemos tener pensamientos propios o tomar nuestras propias decisiones, hay que recordar que NO debe ser así. Frecuentemente se nos dice que seamos agentes, que tomemos nuestras propias decisiones, que no seamos objetos sobre los cuales se actúa. El Señor dijo que si esperamos a que se nos diga todo lo que debemos hacer, entonces somos siervos perezosos. Incluso el Señor dijo que ya no seamos esclavos, sino AMIGOS de Él (Juan 15:15), por lo tanto, el totalitarismo no debe caber en nuestra comunidad religiosa.
Ahora, algo similar a una secta pasa con los movimientos sociales o colectivos. Como movimientos tienen sus propios ideales, manifiestos e ideologías políticas. Si quieres ser parte de ellos, se espera (tal como una secta) que hagas o pienses todo lo que ellos hacen o piensan. Esto ocurre en movimientos como el feminismo de género, el movimiento LGBT o incluso el reciente "Black Lives Matter".
Pero una vez más, ESTO NO DEBE SER ASÍ. Uno puede apoyar la lucha contra la violencia a la mujer sin necesidad de formar parte del movimiento feminista, uno puede respetar y amar a las personas LGBT sin necesidad de apoyar todos sus ideales, uno puede estar en contra del racismo sin necesidad de salir a hacer vandalismo en la calle.
Pero existe la falacia de que si no apoyas todo lo que cierto colectivo dice, entonces no apoyas sinceramente su lucha. ¿Desde cuándo los movimientos sociales son sectas? ¿Por qué no se puede decidir sobre las propias decisiones?
Debo confesar que yo tenía esa idea, cuando mi conocido me dijo que era gay y que apoyaba la unión civil, automáticamente pensé que estaba a favor de todo lo que el movimiento LGBT pedía. Pero no era así. Me vi a mí mismo y me di cuenta que igual pasa en mi propia comunidad religiosa. A mí no me gustan las fiestas en la capilla (porque no ponen la música que me gusta) pero a otros sí; algunos toman la decisión de no beber Coca-Cola por la cafeína pero otros sí la toman sin ningún problema; algunos se toman en serio el santificar el día de reposo y renuncian a sus trabajos, pero otros por sus circunstancias tienen que trabajar ya que las oportunidades de trabajo son escasas en su localidad. Y así sucesivamente.
*EL COLECTIVISMO VS LA INDIVIDUALIDAD.
Como seres humanos, somos seres sociables. Es importante para nosotros formar parte de una comunidad, y así ser bien visto en sociedad. Es parte de nuestras necesidades sentirnos aceptados, valorados, amados e identificados. Esto no es malo, lo malo es cuando a causa de querer ser aceptados, perdemos nuestra individualidad.
Todas las religiones y sectas son acusadas por los movimientos anti-cultos de fomentar la pérdida de la individualidad. Quizás han escuchado esta frase "Cristo no es religión". Es que para los movimientos anti-cultos, la religión es una forma de control social, lavado de cerebro y COLECTIVISMO totalitario. Lamentablemente, sí existen sectas con esas características donde si sales del Estatus Quo, se te denigra y pierdes los privilegios.
En nuestra comunidad religiosa existen acciones así que no están en armonía con las verdades del Evangelio. Por ejemplo, si un joven no sale a la misión, indirectamente hay ocasiones en las que no se le toma en cuenta y no tiene llamamientos. Si una mujer joven aún no piensa en matrimonio, hay ocasiones en que se siente juzgada por los demás. ¿Pero esto es culpa de la iglesia o del Evangelio? No, más bien es más posible que sea culpa de la cultura de la comunidad que de la iglesia o del evangelio en sí. Ya que básicamente en nuestra teología todos tenemos valor infinito y potencial divinos. Esto es algo por el que los líderes de la iglesia nos llaman la atención a menudo.
Ahora, los miembros de la iglesia no están prohibidos de empatizar con personas y algunos de sus ideales fuera de la iglesia (siempre y cuando estén en armonía con el Evangelio). Por ejemplo, podemos apoyar la lucha contra la discriminación y la violencia, pero no estar a favor de actos inmorales y vandálicos. ¿Acaso esto no es claro?
Por esta razón, la bandera multicolor de un post anterior, para nosotros, representa una comunidad; pero poner la bandera NO significa que apoye TODO lo que hacen en esa comunidad.
*LA POLÍTICA.
La iglesia, como organización es neutral. Pero los miembros pueden y deben formar parte de grupos políticos.
Se nos llama a ser buenos ciudadanos y defender la moral, la libertad y los derechos humanos.
Por lo tanto, es responsabilidad de cada uno investigar sobre los movimientos políticos y sociales, y si toma su decisión debe recordar que antes de la política está su deber como hijo o hija de Dios.
Con esto quiero decir que si hay otra persona con diferentes ideas políticas a las mías, eso no me da derecho a despreciar u odiar, e incluso ni atacar.
*EL ALBEDRÍO.
Un punto importante es recordar la doctrina sobre el albedrío moral. Todas las personas son libres de tomar sus decisiones. Todas las personas pueden estar a favor de algo o no estarlo.
Nadie debe obligar a nadie a tomar una posición que no desea.
Por ejemplo; en la iglesia, antes de bautizarse se invita a todas las personas a preguntar a Dios y tomar su propia decisión en base a su respuesta. Que usen su albedrío y no obligarlas a bautizarse.
Ahora, con respecto a los movimientos sociales. Ninguna persona me puede obligar a aceptar sus ideales. Y debe respetar mi decisión. Así mismo, yo no puedo obligar a nadie a aceptar mis creencias. En eso se basa el albedrío y el respeto.
Lamentablemente, hay movimientos sociales que usan la política para obligar a otras personas a aceptar sus ideales. Creo que es por eso que debemos estar activos en la política, no sea que nos prohíban vivir el evangelio y que nosotros no hayamos hecho nada.
Por ejemplo, un pastelero cristiano que no aceptó hacer un pastel de bodas para una pareja gay y lo denunciaron por discriminación. Obligar a alguien a hacer algo que no desea hacer es algo que va en contra del principio de la libertad. Si el pastelero no quería hacerlo, sus razones tiene; hay otros pasteleros que con gusto les harían el trabajo.
www.bbc.com/mundo/amp/noticias-internacional-44364037
*CONCLUSIÓN
Comprender a la humanidad en su totalidad es imposible. Por eso nuestra preocupación se hace más sencilla si seguimos el consejo del Salvador de amar y respetar a los hijos e hijas de Dios sin importar su condición.
Amar y respetar no significa aceptar todo lo que hagan o piensen. No estar a favor de una ideología o modo de vida no significa que odie a las personas.
Apoyar la lucha de una comunidad para ser respetados no significa que acepte todo lo que hagan. Es mejor evitar ver a las personas como "un movimiento". Esto me recuerda cuando Jesucristo estuvo en las Américas y bendijo a las personas UNO POR UNO, es decir que no simplemente habló a todos y ¡Zas! ¡Todos curados! Sino que vio a cada persona como individuos diferentes y únicos.
Personalmente, es algo que estoy aprendiendo poco a poco. Ya que las etiquetas que la sociedad pone a cada grupo de personas genera prejuicios y estereotipos. Por eso, una de mis metas es dejar de etiquetar a las personas por "movimientos sociales" o "grupos políticos", sino tratar de conocerlos individualmente así como hace el Salvador Jesucristo con cada uno de nosotros, pues cada uno tiene una historia diferente. Aunque no pueda aceptar todos sus ideales, eso no significa que deje de amarlos y respetarlos.
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